Cómo domar tus Vans
- Style
¿Estás deseando salir a la calle con tus nuevas zapatillas Vans? ¡Pero sin un dolor de pies que te ralentice! Nos encanta ayudar a nuestros clientes a encontrar su ajuste perfecto, ya sea a través de su estilo, diseño o talla.
Pon en práctica nuestros consejos y trucos para domar rápido tus zapatillas, para que puedas salir y hacer de las tuyas...
Ponte unos calcetines gruesos para estrenar tus zapatillas
Lo primero es lo primero. Rescata esos calcetines gruesos del fondo de tu armario. Llevar un material más grueso te puede ayudar a moldear la zapatilla para que tus pies no sufran.
- Encuentra un par de calcetines gruesos o dos pares de los que usas a diario y póntelos con tus nuevas zapatillas Vans.
- Átalas como de costumbre pero sin hacerlo muy fuerte, a menos que, por supuesto, quieras estrenar un par de nuestras Slip-Ons. La idea es dar una ligera elasticidad a la zapatilla para que se ajuste cómodamente a tu pie.
- Ponte las Vans cuando estés en casa; una hora o dos cada noche es lo ideal.
Lleva tus zapatillas poco tiempo y a menudo
Además de utilizar calcetines gruesos para holgar el material, domar tus zapatillas es tan simple como llevarlas a ratos.
- Ponte las Vans, esta vez con el par de calcetines normales que tú quieras. Para nuestros estilos con cordones, átalas de una manera que el ajuste sea cómodo para tu pie.
- Lleva tus Vans a ratos cortos y asegúrate de estar cerca de casa las primeras veces.
- Quítate las zapatillas en cuanto te incomoden o te rocen.
- Repite estos pasos tantas veces como puedas. Dos veces al día sería ideal, pero ¡ya sabemos lo ajetreados que están nuestros clientes!
Dobla tus zapatillas para domarlas
Las zapatillas Vans están diseñadas para resistir tu ritmo de vida acelerado gracias a nuestras resistentes suelas de goma vulcanizadas que proporcionan una larga duración y sujeción. Así, si tus zapatillas necesitan una ayuda extra para domarlas, no tengas miedo a ablandarlas utilizando un poquito de mano dura.
- Coge la puntera de la zapatilla con tu mano izquierda y el talón con tu derecha y sostenla firmemente.
- Lentamente, dobla hacia dentro la zapatilla presionando los dos extremos uno hacia el otro hasta que notes resistencia; esto ayudará a que las suelas se adapten a la curvatura de tus pies.
- Repite los mismos pasos con la otra zapatilla.
Utiliza un secador de pelo para domar tus zapatillas
Concretamente ideal para nuestros estilos en piel, darles calor puede ayudar a que tus zapatillas se amolden perfectamente a tus pies.
- Con el secador en calor medio, calienta la parte trasera de tus zapatillas y cualquier otra zona que te sea incómoda, hasta que esté caliente y blanda.
- Ponte un par de calcetines gruesos para proteger tus pies del calor, ponte tus Vans y camina hasta que tus zapatillas se hayan enfriado; esto ayuda a que la parte trasera se ablande y tome la forma de tu pie para que el ajuste sea cómodo.
- Haz lo mismo con la otra zapatilla y repite este método cuando quieras. ¡Cuanto más lleves tus Vans, mejor!
Cómo evitar que te rocen las zapatillas
Nada puede fastidiar más que una ampolla. Utiliza este método para prevenir el roce una vez que hayas empezado a llevar tus zapatillas Vans de un lado para otro.
- Coge un poquito de vaselina, ¡con una poca será suficiente!
- Esparce la vaselina por la parte trasera de tu talón, donde la zapatilla sea más propensa a molestar. Normalmente suele ser justo sobre la línea del calcetín.
- De modo alternativo, puedes llevar calcetines que cubran donde el talón roce, y recuerda, necesitarás unos más largos para nuestros estilos Sk8-Hi.
¡Ahora tus zapatillas Vans están más que preparadas! Si te preguntas cómo mantenerlas limpias, échale un vistazo a nuestra guía de cómo limpiar tus zapatillas Vans para mantenerlas como nuevas o recobrar el estado inicial de unas viejas.