¿Cómo se fabrican las zapatillas Vans?

¿Te has preguntado alguna vez cómo tus Vans preferidas llegan de la fábrica a tus pies? Analizamos el efectivo proceso de fabricación de las Vans, en el que hasta 450 pares de manos confeccionan cada zapatilla.

La historia de Vans se remonta a 1966, cuando los hermanos Paul and Jim Van Doren, junto con sus amigos Gordy y Serge, abrieron las puertas de la Van Doren Rubber Company en 704 East Broadway en Anaheim, California. Los 20 años de carrera profesional de Paul en Randy, una fábrica de zapatos ubicada en su Boston natal, le dieron el conocimiento de la industria necesario para crear su propia marca de zapatos desde cero.

El proceso original de fabricación y terminación de Vans era sencillo: cada mañana, los empleados fabricaban zapatillas con suelas de goma y, por la tarde, las vendían directamente desde la fábrica Anaheim.

Durante los 30 años siguientes, las zapatillas Vans salían de varias fábricas de California, hasta que a finales de los 90, las operaciones de fabricación de la empresa se mudaron a China y Vietnam.

Uno de los distintivos de la marca Vans es su estructura vulcanizada de goma, muy elogiada por los skaters debido a su agarre superior y sujeción cuando están sobre la tabla.

La goma vulcanizada es singular porque pasa por dos fases de «horneado»: primero, la goma se somete a un proceso de curación y compresión; tras el montaje, se lleva a cabo un segundo «horneado» a vapor para asegurar su resistencia, así como su facilidad de doma.

El método original de vulcanización, y aún el más común, es mezclar azufre con goma natural antes de calentarlo. El azufre cambia la composición química de la goma y crea un entrecruzamiento entre los polímeros que hacen que el material resulte más fuerte y duradero.

Uno de los usos más antiguos de la goma vulcanizada tuvo lugar en 1876, cuando una empresa de Reino Unido empezó a fabricar zapatillas con suela de goma diseñadas para el croquet. Desde sus inicios a finales de 1800, la vulcanización se ha convertido en una técnica de uso extendido y, hoy en día, muchos de los productos de goma comercializados se vulcanizan.

Los materiales sintéticos como la goma EVA y el nailon ligero no pueden utilizarse para el vulcanizado de zapatos porque tienden a derretirse durante el proceso de vulcanización. Por eso, para los empeines de las zapatillas Vans se utilizan tejidos como la lona o el ante, que durante la fabricación pueden resistir una temperatura elevada.

Actualmente, Vans fabrica entre 70 y 85 millones de pares de zapatillas cada año, y cada par lo trabajan o lo inspeccionan hasta 450 personas. Aunque las operaciones se realizan a una escala mucho mayor que en sus inicios, el proceso de fabricación de la marca ha permanecido casi igual.

Cada par de zapatillas Vans pasa un proceso de producción de cinco fases:

1. La primera fase del vulcanizado se lleva a cabo en la sala de goma, el lugar de nacimiento de nuestra distintiva suela waffle. En este momento, la goma se somete a un proceso de curación por calor antes de su compresión.
2. Las suelas de las zapatillas se perforan por fuera de la goma comprimida.
3. Las suelas se prensan con una forma entrecruzada para crear la emblemática suela waffle.
4. Las suelas pasan a la sala de montaje, donde se seleccionan y se añaden los empeines y adornos para las zapatillas. Por norma general, el aspecto de las zapatillas se crea durante esta fase: una lona cosida o un panel de ante se ajusta firmemente alrededor del molde para crear un empeine resistente, y después se le añaden los detalles. Las tres tiras de goma llamadas foxing se añaden al empeine y a la suela antes de recortar el exceso de goma de la suela y de que el logo de Vans se coloque en el talón.
5. Las zapatillas se lacan antes de entrar al horno de vulcanización, donde las condiciones ideales de calor, presión y humedad endurecerán la zapatilla para completar su estructura.

Una vez que el proceso de fabricación ha finalizado, las zapatillas están listas para empaquetarse o para estamparse, según el modelo.

Vans realiza estampados personalizados, fotos y diseños sobre todos sus emblemáticos estilos, incluidos el Old Skool, Authentic, Slip-On, Era y Sk8-Hi. En 2017, Vans develó una nueva e innovadora máquina que permite que los diseños personalizados puedan estamparse en las zapatillas en menos de 15 minutos.

El vicepresidente creativo de Vans, Jamie Reilly, dijo a Fast Company que la nueva máquina para personalizar permite que los entusiastas de Vans se expresen, lo cual siempre ha sido un objetivo clave para la marca.

«El checkerboard es una pieza emblemática de la marca Vans pero que originalmente viene de los niños que dibujaban en sus zapatos», dice Reilly. «Es otra forma genial de saber lo que la gente quiere. Así, la nueva máquina encaja como otro experimento que nos ayuda a conectar mejor con nuestros consumidores y les da otra plataforma para su creatividad y expresión».

La tradición de Vans de fabricar zapatillas personalizadas se remonta a nuestros orígenes de los 60 en California. Según cuenta la historia, un cliente entró a la tienda el primer día y pidió unos zapatos en un color que no estaba disponible. Paul Van Doren le dijo:

«Tráeme el tejido del que quieres tus zapatos y te los haré por 50 céntimos más».

El resto, como dicen, es historia.