Francina Fernandez

Francina Fernández es un nombre destacado en la escena europea de BMX de los últimos años. Franci, nacida en Bogotá, Colombia, siempre fue una niña inquieta con ganas de explorar más allá de Latinoamérica. Su camino la llevó primero a Estados Unidos y, más tarde, a Barcelona, donde encontró una vibrante comunidad de BMX que ha sido clave en su crecimiento y en la consolidación de su carrera. Sus compañeros de equipo la llaman «el sol», porque ilumina con su energía, buen rollo, alegría y pasión por la música allá donde va. Como una firme activista del BMX femenino, da la sensación de que, con estos sólidos cimientos, Franci apenas está comenzando su viaje…

Para los que no te conocen, preséntate.

Soy Francina Fernández, tengo 26 años. Nací en Bogotá, Colombia. Llegué a Barcelona hace cuatro años con la intención de encontrar una mejor calidad de vida, tanto a nivel personal como profesional, y, por supuesto, para montar en bici. Amo Colombia, pero las oportunidades allí son escasas, así que decidí viajar en busca de mi lugar en el mundo. Primero fui a Estados Unidos, donde la experiencia me encantó, pero como migrante, me resultó difícil encontrar tiempo para mi gran pasión, el BMX, ya que tenía que trabajar mucho para mantenerme. En cuanto llegué a Barcelona supe que había encontrado mi lugar. Encontré un gran equipo y mucha motivación para montar y oportunidades que nunca creí posibles en casa.

¿Cómo es la vida en Barcelona?

Mudarse aquí fue la mejor decisión de mi vida. Desde que llegué, he conocido a personas que ahora son como mi familia. Tengo tiempo para dedicarme a mi pasión, el BMX, y tanto mi calidad de vida como la de mi familia han mejorado. Aquí puedo trabajar, montar en bici y viajar, oportunidades que en Latinoamérica no siempre son fáciles de encontrar. ¡Mi vida ha dado un giro de 180 grados! Ahora mismo trabajo en una cafetería, que está genial, puedo estar con gente y hablar, me encanta.

Háblanos de tu trayectoria en el BMX

Comenzó hace 14 años. Era una niña inquieta y, como no me dejaban salir mucho, pasaba el tiempo en casa mirando por la ventana. Un día, vi a unos chicos construyendo una rampa y me pregunté: «¿Qué es eso?». La curiosidad pudo más que las reglas, así que escapé de casa para ver qué estaban haciendo. En ese momento ni siquiera sabía montar en bici, pero ellos empezaron a enseñarme. Siempre los recordaré. Me llevaron al skatepark, y aunque estaba muy nerviosa por ser la única chica, ese día marcó el comienzo de todo. Pero me apoyaron mucho y ahí es donde empezó todo.

Durante este recorrido ha habido muchas historias, muchas lesiones, pero también es una historia de nuevos comienzos. El BMX me salvó la vida y la cordura. Hay que esforzarse mucho con el BMX para lograr hacer trucos, pero esto me enseñó a no rendirme. La vida no siempre es fácil y el BMX me ayudó a superar cualquier bache. Mi forma de montar cambia cada día, nunca pensé que estaría donde estoy ahora, es un sueño hecho realidad. Estoy muy feliz de tener mi bicicleta y mi comunidad, es increíble.

¿Qué opinas de la escena del BMX femenino?

Cuando empecé estaba sola, podía contar con los dedos de una mano las chicas que hacían BMX en Latinoamérica. Hablábamos por Facebook. Ahora hay muchas, nos apoyamos bastante. Ahora las chicas están conformando todo el panorama del BMX con los chicos. Siempre estamos creciendo, siempre buscamos apoyar a la nueva generación y mejorarla, hacerla más grande y fuerte. Ahora es un buen momento para el BMX para todos.

Para mí es increíble, el BMX femenino es tan fresco como la última Coca Cola en el desierto. Es una bendición ser una mujer que hace BMX.

Describe la escena local en Barcelona.

Es enorme. Es tan grande que no siempre podemos compartirlo. Hay mucha energía, nos apoyamos y nos queremos mucho. Mucha gente viene aquí a vivir y eso está creando muchos grupos repartidos por toda Barcelona, creo que eso mola porque siempre hay alguien haciendo algo: ropa, vídeos, talleres, entrenando a niños. ¡Es un ambiente de lo más dinámico!

¿Cómo describirías el rollo que hay en el equipo BMX de Vans?

Me encanta. Todos estamos un poco locos, y lo que se ve en los vídeos es exactamente lo que somos. Somos como niños con una gran pasión por el BMX, siempre conectados con esa parte de nosotros que nunca deja de jugar y soñar. Creo que eso es fundamental en la vida. Este equipo es increíble, una familia en la que aprendo muchísimo, no solo de mis compañeros, sino también de los cámaras y del director. El equipo me motiva mucho. ¡Vamos a viajar!

¿Alguna gente en concreto con la que montes?

Monto con mis amigas, el grupo Cliché, desde hace 3 años. En Barcelona voy con un grupo de chicas, no tenemos un nombre específico, pero siempre estamos juntas, somos una familia.

Háblanos de Girlhood.

Fue una película de BMX que hicimos el año pasado con el apoyo de Vans y DIG BMX. Fue un momento clave para mí, porque cambió la perspectiva de las chicas en el BMX, no solo para quienes la vieron, sino también para nosotras mismas. No queríamos simplemente mostrar nuestros trucos y habilidades en la bici, sino demostrar que con el equipo adecuado, se puede lograr cualquier cosa y, sobre todo, conectar con el niño que llevamos dentro.

¿Qué y quién te inspira en el BMX?

Todas las chicas del mundo. Me inspira ver cómo la nueva generación y la anterior están impulsando el movimiento juntas. En concreto, ¡Camila Harambour, Gina Petrella, Katherine Díaz, Perris y Angie! Mi principal inspiración es ver cada día en mi teléfono lo que hacen las chicas, cómo se superan a sí mismas, rompen barreras y hacen crecer el movimiento.

Y fuera del mundo de BMX, ¿qué te gusta?

Me gusta mucho bailar. ¿Qué haría si no montara en BMX? Bailaría. Siempre quise ser bailarina. Me gusta ir al gimnasio, es bueno estar en forma, pero también saber más sobre el rendimiento del cuerpo. También estoy trabajando en mi propia comunidad de BMX femenino con mi gran amiga Kona Vasquez llamada Jewels BMX, me encantaría ser activista en ese ámbito. ¡También me encanta cantar!

¿Qué es lo próximo que te espera?

Me estoy recuperando de las lesiones del año pasado, ¡fue un año duro! Tenemos otro vídeo de Vans en marcha que me hace mucha ilusión. También estoy trabajando en mi comunidad, promoviendo la salud mental a través del BMX femenino y creando espacios para ello. Es lo más importante para mí ahora mismo.

¿Tus zapatillas favoritas de Vans?

¡Las 114! Y también las Half Cab, me encantan.

¿Algo que añadir? ¿Un mensaje para internet? ¿Un mensaje a tu antiguo yo?

No pierdas la fe en ti ni en las cosas que amas. Siempre cree en ti. Tengo un dicho que me repito a menudo:

«Porque nunca es demasiado tarde, y el tiempo solo se acaba cuando termina la vida. Hasta ese momento, todo es posible».