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Beatrice Domond se sale haciendo lo suyo y todos deberíamos estar agradecidos por ello. Criada en las calles de una pequeña ciudad de Florida, pronto se convirtió en la única chica en hacer skate de su localidad, practicándolo a menudo sola e inspirándose en sus propias ideas y en vídeos VHS de mitad de los 90.
Una influencia que todavía hoy puede verse en la forma tan peculiar que tiene de moverse en el monopatín, sobre el que derrocha respeto y pasión y un estilo inconfundible, claramente inspirado en otra época y que roza lo contemporáneo. Con todo esto ha reventado, en el mejor de los sentidos, la escena del skate, dominada normalmente por hombres, y ha logrado situarse en un lugar privilegiado, con una aparición en el diseño de una de las tablas de la marca Fucking Awesome de AVE y una participación en las películas de Supreme, Cherry (2015) y Blessed (2018), dirigidas por Bill Strobek.
Beatrice tiene un brillante porvenir, con especial mención al mundo de la moda, en el que está a punto de aterrizar con una marca homónima, así como un futuro prometedor en el mundo del skate, tan positivo como es su visión de la vida, a la que se enfrenta de forma intrépida y atrevida.
En una época donde parece que todo el mundo es bueno haciendo skate, hacerse un hueco en el olimpo de los profesionales no solo es difícil, sino que la gesta roza casi el absurdo. Puede que sea su nombre y reputación o su estilo, pero, en cualquier caso, Rowan Zorilla posee unas cualidades intangibles de las de verdad.
Puede que Vista suene a otra de esas típicas ciudades californianas, pero en la escena del skate, estará ligada para siempre a la mítica H-Street e igual parte de esa esencia va también en el ADN de Rowan, por el estilo que posee, tan flexible que se ha adaptado a momentos clave en la historia del skate, impactando con personalidad.
La locura incesante de sus colegas, llamados de cachondeo Rowan y los Shep Dawgs, impulsaron la marca desenfadada, impactando la escena del skate con una serie de vídeos indie. Desmarcando en el conjunto de su joven obra con un vídeo de 6 minutos en Shep Dawgs Vol. 4, este metraje quedó ligado a Vans y oficialmente a Baker Am. Después de dejar boquiabierta a todos en gran parte del vídeo Vans Propeller (2015), la capacidad de Rowan para hacer cosas era ya un hecho innegable, lo que le valió su estatus de skater profesional, dos portadas en Thrasher en un año y una nominación al «Mejor skater del año». Rowan ahora ya está listo para volver a arrasar con Baker 4 y con cualquier cosa que se le ponga por delante.