Lourenço Borges de Sousa

Para los que no te conocen, preséntate.

Me llamo Lourenço Borges de Sousa, tengo 20 años y soy de Estoril, cerca de Lisboa. Me encanta el surf, el skate y hacer arte. Ahora mismo, estoy muy metido en la escultura, la estoy estudiando en la universidad. La verdad es que soy un tipo normal, que vive e intenta descubrir quién es. Me dejo llevar y hago lo que me gusta. Sé que estoy en una fase de mi vida en la que estoy empezando a hacer los proyectos que siento que van a dar forma a mi futura carrera… Quiero combinar arte, surf y skate. Ese es mi objetivo.

¿Cómo es el ambiente de tu ciudad natal?

Soy de Estoril, se podría decir que es el equivalente al estilo de vida californiano en Portugal. Es un lugar muy agradable, cerca de la ciudad, con muchas olas. Me gusta mucho el lugar en el que vivo, y me siento muy agradecido por ello.

Es genial porque hay una comunidad muy grande y diversa de personas con ideas afines: artistas, surfistas, skaters y músicos. Me siento orgulloso de que esta gente sean mis mejores amigos. Mis colegas tienen un grupo, así que paso mucho tiempo apoyándoles y viendo sus conciertos, eso me inspira mucho. En cuanto al surf, solo somos un grupo de surfistas apasionados por las olas. No intentamos superarnos unos a otros, solo intentamos mejorar como personas y surfistas.

Tu última película, Daydream Lullaby Dream, es una grandiosa hazaña de 23 minutos con surf, skate y arte como telón de fondo. Es una muestra fiel de tu personalidad, a la vez que representa una obra muy madura para alguien en tu etapa. Háblanos del proceso.

Uno de mis mayores sueños es convertirme en surfista libre. Aunque sé que es un error, creo que hay que fijarse metas muy altas, ya que puedes ser ingenuo en cuanto a cómo es el proceso, lo que a su vez forma parte del proceso. Hice este proyecto no realmente porque quisiera que la gente lo viera, sino porque me encanta hacerlo. Me encanta rodar, crear, estar en este proceso creativo y aprender más sobre él, para aprender más sobre mí mismo. Además del aspecto surfista, poder crear algo así con mi gran amigo Joao es la esencia de todo esto. Por eso quise que mi primer proyecto fuera más grande, quizá fue un poco ambicioso en aquel momento, ¡y resultó!

¿Cuál es tu próximo proyecto?

Estoy trabajando en un nuevo proyecto y espero que sea más grande que el anterior. Todavía no tengo realmente un plan establecido, estoy decidiendo hacia dónde encaminarlo y adónde viajaremos para hacerlo realidad. De momento nos gustaría ir a Sudáfrica y Mozambique, y luego a Angola. Lo que sí tengo claro es que iré a Irlanda en octubre, siempre he querido ir allí, creo que es un buen lugar para superar mis límites en el agua.

¿Qué papel desempeña la escultura en todo esto?

De niño, siempre me gustaba jugar con juguetes, pero no de forma normal. Los combinaba para crear mi propio juguete. Siempre me ha gustado trabajar con mis propias manos. Es una sensación muy zen cuando lo haces. Desde entonces he intentado perseguir esa sensación, me recuerda mucho a mi infancia.

Siempre quise estudiar pintura o escultura. Pensé que la escultura era más difícil de aprender, así que aproveché la oportunidad para estudiarla. Siempre he hecho arte, pero siempre me ha dado vergüenza mostrarlo hasta que me sentí realmente orgulloso de las piezas finales. En realidad, acabo de terminar una colección de seis piezas. Estoy estudiando la mejor manera de presentarlo.

¿Guarda alguna relación con elaborar tus propias tablas?

De pequeño me gustaban mucho las fábricas de tablas de surf y eso es algo que siempre quise hacer: elaborar mis propias tablas. En realidad, elaborar tablas de surf fue lo que me inspiró a esculpir. Cuando elaboras una tabla que quieres, necesitas crear algo que funcione. A diferencia de la escultura, donde lo que haces puede no servir para nada, puede ser totalmente inútil. Para mí, eso es lo que me llevó a la escultura: todo es cuestión de significado. Le doy muchas vueltas, diría que el 90 % es pensar en lo que va a funcionar y lo que no, solo el 10 % es hacerlo realmente, o al menos para mí. Me encanta la mezcla de lo útil y lo inútil.

Usar tablas hechas a mano es algo que se nota. Con una tabla normal, en teoría, sabes que va a «funcionar» y «rendir» como se supone que una tabla debe hacerlo. Mientras que con las tablas hechas a mano, no tienes ni idea. Me parece muy surrealista que coger olas en algo que has hecho con tus propias manos: es casi mágico.

¿Y cuál es tu relación con el skate?

Me encanta. Todavía no sé si me gusta más surfear o hacer skate. Cuando hago skate, no tengo ningún estrés, no siento ninguna presión. Creo que el skate es la máxima expresión de la libertad. Realmente admiro a tipos como Curren Caples que pueden hacer ambas cosas.

¿Quiénes son tus modelos dentro y fuera del surf?

Crecí viendo surfear a mi padre, así que él fijo. Cuando tenía seis meses, me compró una tabla de surf y me fui a la playa; a coger olas de espuma. Su surfista favorito era Dane Reynolds. De pequeño, siempre veía sus películas con mi padre y me quedaba boquiabierto en plan 'hala, esto es surf'. Quiero ser eso. Quiero hacer eso. Desde entonces, Dane también ha sido siempre una gran inspiración para mí.

Fuera del surf, me inspira mucho Francis Bacon como artista. Para mí, el arte consiste en hacer que el espectador sienta algo, una emoción. El uso que hace Francis de lo abstracto y el realismo realmente despierta algo dentro de mí; es muy complejo, pero estos cuadros realmente me mueven por dentro y me hacen pensar mucho. Mazzy Star, la cantante, igual. Es una forma diferente de arte, pero cuando la escucho, siento algo de verdad. La escucho antes de surfear, me siento conectado conmigo mismo y con los pies en la tierra.

¿Algo que añadir?

Cree en ti mismo y diviértete haciéndolo. Disfruta del proceso y recuerda ser humilde.