Margaux

Siempre se la ve por la ciudad, recorriendo las calles con un gesto amable en el rostro, conduciendo su viejo Mercedes, con tablas de longboard en el techo o surfeando por la Côte des Basques con un estilo increíble y su inconfundible y radiante sonrisa. Pero no te dejes engañar por este aspecto sosegado y apacible, Margaux es un ímpetu cultural, muy experimentada y versada en el arte, la literatura y la música. Siempre dispuesta a mejorar el tapiz cultural de los miembros de su comunidad y a inspirar a los de fuera, Margaux es una de las fundadoras del festival Queens Classic, una vibrante celebración de todo lo relacionado con la igualdad y el colectivo LGBTQIA+ en el surf.

Con el festival a la vuelta de la esquina, cogimos el teléfono para charlar con Margaux y saber un poco más.

Hey, Margaux, háblanos un poco de ti.

Me llamo Margaux Arramon-Tucoo. Tengo 33 años, nací, crecí y vivo en Biarritz, en el suroeste de Francia. Practico surf desde los 8 años, soy surfista de estilo libre, diseñadora de muebles y una de las fundadoras del festival Queens Classic.

¿Podrías describirnos la escena de Biarritz?

Es una pequeña burbuja paradisíaca, que ahora se está convirtiendo en una ciudad más joven y culturalmente más diversa que antes. Cuando crecí aquí diría que la población era bastante mayor, muchos jubilados, pero ahora me parece que es mucho más joven, la población se está diversificando y se está volviendo mucho más ecléctica. Es un lugar estupendo para vivir, para crecer y ahora se abre a las generaciones futuras.

Háblanos de tu trayectoria en el surf

Mi padre me enseñó a hacer surf cuando tenía unos 8 años. Me gustaba mucho pero no iba mucho. Supongo que de adolescente, cuando pude ir sola y con amigos, me resultó mucho más fácil y me enganché al longboard. Crecí surfeando en Côte des Basques, una zona muy buena para longboard, durante esos años llegué a conocer a muchas de las surfistas internacionales que pasaban por la ciudad. Cuando terminé el colegio, me fui casi inmediatamente a vivir a Estados Unidos con Kassia Meador, que era mi ídolo por aquel entonces, y me pasé yendo y viniendo unos 6 o 7 años. Me enseñó mucho, me enseñó las marcas que uso ahora y, lo que es más importante, en la idea del surf libre y de viajar por el mundo.

¿Qué y quién te inspira en el surf?

Me inspiran mucho mis amigos que empezaron a surfear bastante tarde, que lo dejaron todo para vivir junto al mar o irse de viaje de surf. Creo que cuando creces surfeando tiendes a olvidar lo privilegiado que eres por poder meterte en el agua todos los días. Esas personas me recuerdan lo afortunada que soy y lo bien que te hace sentir el surf. Son una inspiración para mí.

¿Y fuera del surf?

Todo lo que no tiene nada que ver con el surf. Tengo ese gusanillo de que la industria del surf para mí es una cosa y el arte, la cultura, la literatura, todas las cosas que me interesan de verdad, es otra. Realmente los separo. En la escuela de diseño de muebles, me empeñé en hacer solo muebles contemporáneos, no quería construir una tabla de surf ni nada parecido. No quería quemarme en la industria del surf, así que me gusta mezclarlo todo, para no quedarme estancada en la cultura del surf.

¿Qué importancia tiene para ti el diseño de muebles como salida creativa?

Me encanta. Es la primera actividad que descubrí que me gusta más allá del surf... Puedo no hacer surf en una semana y limitarme a trabajar sin importarme. Es una gran pasión para mí y a la que me encanta dedicar tiempo.

¿Háblanos del festival Queens Classic? ¿Cómo surgió todo esto?

El objetivo de Queens es cambiar la mentalidad y las perspectivas de la gente en la industria del surf.

Así que yo misma, mi hermana y una de mis mejores amigas de la infancia en Biarritz creamos juntas el festival. Todas somos de Côte des Basques, vimos evolucionar mucho la playa y realmente sentimos que era importante proporcionar un lugar a las mujeres en el surf; nos resultaba difícil reconocernos incluso a nosotras mismas en la industria del surf en general. Empezamos a pensar en esta idea, al principio solo queríamos dirigir algo pequeño junto a la playa, y después del primer año se hizo realmente grande. ¡Creamos un monstruo! Y como todo monstruo, cuanto más lo alimentas, más crece; así que cada año intentamos hacerlo más grande y mejor, con el apoyo de Vans, que ha estado ahí desde el principio.

¿Cómo crees que está representada la comunidad LGBTQIA+ en el surf?

Sigue siendo complicado. Siento que la puerta está más abierta que hace un par de años: podemos hablar de ello sin vergüenza, pero la clave es la representación. Ese es el objetivo de Queens, proporcionar representación. Por ejemplo, invitar a Sasha Jane, que es la primera mujer transexual que compite en campeonatos de surf, es una manera de dar esperanza a la gente que se avergüenza de salir del armario o que nunca se ha sentido representada. Se trata de demostrar que está bien ser quien quieras ser. El Queens está ahí para mostrar representación y esperanza.

¿Qué tenéis previsto este año para el Queens?

No queremos que crezca en tamaño, pero sí en alcance. Cuantos más medios de comunicación tengamos, más podremos difundir la palabra. No es por el festival, es por las personas a las que representamos. Queremos proporcionar un espacio seguro basado en la inclusión y difundir la palabra de esperanza a un público más amplio que no puede estar allí con nosotros en persona.

¿Y adónde quieres llevar al Queens en el futuro?

Nos encantaría llevarlo de viaje... llevarlo a lugares donde se necesita. Colaboramos con algunas organizaciones sin ánimo de lucro increíbles con las que nos encantaría trabajar en sus respectivos países. ¡Quizá algún día lo llevemos al extranjero!