En nuestra serie en curso que destaca a las mujeres de Vans, nos pusimos al día con Helena Long para saber más sobre dónde está en la vida.
Es difícil imaginarse a una Helena Long que no sonría. Natural de Greenwich, en el sur de Londres, Helena inició su andadura practicando skate en las calles de Londres, donde rápidamente se convirtió en un pilar del panorama del skate del Reino Unido. Helena, que se acaba de recuperar de una doble operación de rodilla, parece estar recuperando el tiempo perdido. Tanto si sale en bicicleta buscando nuevos lugares en las calles en los que practicar o practicando skate en el parque local de Stockwell, a tiro de piedra de la tienda de skate londinense regentada por mujeres, Brixton's Baddest, la obsesión de Helena por la tabla se hace patente. Además, como Helena no quiere que se la encasille en una sola cosa, también toca la batería en la banda «Upset Stomach». Como parte de nuestra serie dedicada a las mujeres que estamos desarrollando en Vans, llamamos a Helena preguntarle en qué momento de su vida se encontraba.
¿Qué has hecho últimamente?
Bueno, pues una combinación de skate cuando no llueve, voy al gimnasio y a fisioterapia, ya que todavía me estoy recuperando de una lesión. También toco con la banda y echo una mano en el panorama del skate aquí y allá.
¿Qué significa para ti ser una skater en tu comunidad hoy en día y cómo ves su evolución?
Es muy curioso, porque, ahora mismo, hay muchísimas mujeres skaters. Así que sí, me parece que es un gran privilegio estar donde estoy en este momento y verme rodeada de este panorama tan inmenso. Se ha vuelto tan grande y abrumador (en un sentido positivo), que casi me siento como una mera espectadora. Es genial verlo crecer y formar una pequeña parte de ello con lo que estoy haciendo.
Hoy en día, el ambiente comunitario del skate femenino es increíble. Es bastante frecuente ir a cualquier punto de skate local, ya sea un parque o en la calle, y ver una relación de 50/50 entre chicos y chicas. Además, aparte de dichos puntos, están apareciendo comunidades más pequeñas y diferentes panoramas por todas partes.
¿Qué importancia tiene para ti convertirte en un modelo a seguir dentro de tu comunidad?
Creo que ha sido algo accidental, porque siempre he practicado skate y ha sido en los últimos años cuando mi fama ha subido como la espuma. Lo cierto es que, si la gente considera que soy un modelo a seguir, me siento privilegiada. Supongo que, en ese sentido, si he sido esa influencia para algunas personas a través del skate y he hecho que quieran seguir adelante y seguir practicándolo, entonces es todo un honor. Supongo que podría decir que ha sido un «feliz accidente», porque no creo estuviera haciendo nada diferente a lo que hago.
¿Quiénes son tus modelos a seguir?
Diría que mis amigas y el panorama general del skate femenino. Lois Pendlebury, Lucy Adams y Sam Bruce estuvieron allí desde el principio y parecen crear su propio camino con esa enorme confianza que trasciende todo lo que hacen. Yo diría que, del otro lado del atlántico, Alexis Sablone siempre fue un gran modelo a seguir para mí. Recuerdo haber escuchado los comentarios sobre una competición de skate en la que estaba haciendo cosas increíbles. Y, lo mejor, fue que el comentarista añadió: «Y también es una arquitecta de pleno derecho». Eso me dejó sin palabras, sin duda, ¡una experta en todo, supongo!
¿Cómo ves la evolución de la comunidad de las mujeres skaters?
¡Es alucinante! Y creo que las redes sociales han contribuido mucho a que lo sea. De hecho, creo que los Juegos Olímpicos han hecho mucho por el skate, porque quizás no habríamos visto a algunos skaters de Japón y China en las redes sociales o en vídeos de skate si no hubiera sido porque los Juegos Olímpicos los han dado a conocer a nivel mundial. La competición es realmente increíble. Se aleja mucho de lo que conozco y a lo que estoy acostumbrada, pero el nivel de talento me estimula muchísimo.
¿Qué consejo le darías a las mujeres que empiezan a practicar skate?
Les diría que deben aprender a fracasar y que no pasa nada si lo hacen. Fracasarás la mayoría de las veces antes de conseguir hacer la pirueta o de adaptarte a lo que se siente al estar sobre el skate. Y, con suerte, habrás encontrado lo que te apasiona y, si es así, sigue haciéndolo. Los comienzos son duros para todos e incluso para mí, después de años practicando skate y siendo ya profesional, sigue siendo difícil. Pero, lo cierto, es que me apasiona, por eso sigo practicándolo.
¿Hay algo más que quieras añadir?
Simplemente gracias. Gracias por todo el apoyo que he recibido de mis amigos para seguir dedicándome al skate. Me siento increíblemente afortunada y la palabra «agradecida» no hace justica a lo que siento por poder dedicarme a lo que adoro hacer. Gracias al skate y a la comunidad de skaters.
